Turistas

#17 

Mirando a la Distancia

Turistas por Samuel Olivares

 

Turistas narra la historia de Carla que va rumbo de vacaciones junto a su esposo, pero a medio camino ella le hace una revelación la cual provoca que él la deje abandonada en la ruta. Estando a la deriva la mujer conoce a un joven turista noruego que se transformará en su compañero de viaje.

A primera vista la historia resulta atractiva, de hecho los primeros minutos de la cinta son bastante interesantes, pero desde el punto de giro en adelante la narración nos sitúa en una perspectiva que es la de mirar con distancia todas las situaciones, alejando o más bien haciendo muy difusos los sentimientos o sensaciones que aquejan a los personajes, de cierta forma hay un dejo de apatía con los protagonistas que hacen que la película sea bastante fría en sus acontecimientos sin que logre alcanzar una empatía con el público.

El distanciamiento con el que suceden los hechos nos muestran finalmente una historia leve, sonsa, que carece de humanidad (una de las cualidades básicas del arte del cine; la de aprehender vidas y pasarlas por una pantalla, que hace que la realidad cobre una dimensión superior, la de arte), uno de los aspectos que hacen que este arte valga la pena a pesar de funcionar sobre la realidad (que puede ser bella o grotesca), ya que, el cine por el cine no se justifica, un acto de pedantería tan grande que hace cuestionable su ejercicio y es precisamente esto lo que se logra percibir en la segunda cinta de Alicia Scherson, una indolencia por lo que narra (por su trabajo en cierta medida), que hacen caer su cinta en un excentricidad, atiborrada de búsquedas que merman su construcción, un gratuito afán de descubrir nuevas maneras de construir imágenes fílmicas, haciendo intervenciones graficas que además se ciñen a lo narrativo y no a lo cinematográfico por lo que sus intervenciones quedan solo en lo asombroso (aunque para mi caen derechamente en el mal gusto).

También entra a jugar en contra la disyuntiva en la construcción de sus personajes secundarios en contraposición con sus protagonistas, ya que, los primeros son adornos de una realidad o tal vez de una percepción de la realidad (la del personaje de Carla) que es someramente pintoresca, incurriendo en lo leve y caricaturesco, lo que produce una dicotomía tanto a nivel estilístico-visual, como narrativo que influyen en el punto de vista, debido a que hace confusa la construcción de un verosímil (al menos de la propia historia), porque nos sitúa en una posición en donde no sé sabe que tomar en serio, si lo irreal que ronda el filme o lo verosímil que construye al filme.

La distancia con la que ocurre todo nos lleva a una indiferencia que en vez de contribuir en la construcción de la película la termina destruyendo. Si no tuviera antecedentes de la directora me atrevería a decir que es más bien un filme pueril (sin pretender ofender la honestidad de los niños), casi escolar; mejor dicho, una película llena de efectismos narrativos, fílmicos e intervenciones llamativas que son totalmente ilógicas, artificiosas, gratuitas en resumen; que provocan una profunda dicotomía entre sus personajes, su entorno, sus afecciones y su mundo interior diluyendo cualquier intención de película, quedándose más bien en el ejercicio.